¿Se acerca el día de la foto? ¡Que no cunda el pánico! Con un poco de preparación y mucho humor, tu pequeña estrella estará lista para brillar ante la cámara. Aquí tienes cinco consejos sencillos (y un poco divertidos) para crear recuerdos sin estrés.
1. Elige el atuendo ganador
Deja a un lado los suéteres con manchas de espagueti y los eslóganes que harán que la gente se sienta avergonzada dentro de diez años. Elige colores lisos o estampados sutiles que resalten su rostro y sus ojos. Lo importante es que se sientan cómodos con su ropa. Un niño cómodo siempre sonreirá más que uno con una camisa demasiado ajustada.
2. Duerme bien y come bien
Un niño descansado es un niño feliz. La noche anterior, acomódate para dormir temprano y dormir bien. Por la mañana, planea un desayuno energizante pero que no te ensucie: ¡guarda las tostadas con chocolate para el fin de semana! Y, sobre todo, date tiempo para evitar correr.
3. Un peine es suficiente
No hace falta usar laca ni rizador. Un cepillo o peine rápido basta para controlar los cabellos sueltos. Si tienes el pelo largo, lleva una goma de repuesto en el bolsillo o la mochila. Así, incluso si se te suelta una coleta por el camino, estarás preparada.
4. Aligerar el ambiente
Algunos niños pueden intimidarse con la cámara. Tranquilízalos explicándoles que la sesión será corta y que el fotógrafo es un profesional que sabe cómo tranquilizarlos. Puedes inventar una broma o una palabra secreta para recordar cuando sonrían. ¡Nada como una risita para un retrato natural!
5. Mantén la calma (y él también)
Los niños perciben nuestro estrés. Respira, sonríe y recuerda que la perfección no existe. La clave está en capturar su personalidad y su sonrisa única. Y si se les sale un pelo o les sale un grano, nuestros retocadores pueden hacer maravillas. ¡Disfruta el momento, nosotros nos encargamos del resto!
Si sigue estos sencillos consejos, le proporcionará a su hijo una experiencia agradable y recuerdos que recordará con orgullo dentro de unos años.